miércoles, 19 de febrero de 2020

Un manual de conjuros con banda sonora







CONJUROS DE ALTO TURMEQUÉ 
Baile amacizado con sus miedos y 
aleje gente tóxica de su vida.


Autora: Juana Pineda
Portada: Dipacho
De venta en Amazon




¿Le tiene miedo a casi todo y no sabe por qué? En este libro, la autora le develará el nombre y el objeto donde se esconde su miedo. Si todo sale bien y no se come todos los patacones, usted aprenderá a bailar amacizado con su miedo y así evitar un próximo ataque de pánico.

Si su angustia proviene de soportar a personas tóxicas y cree ingenuamente que algún día cambiarán, usted deberá seguir instrucciones, subirle el volumen a la banda sonora sugerida y untarse de tierra mientras -incrédulo y boquiabierto-, testifica como los tóxicos salen corriendo de su vida.

Si tan solo es adicto al sexo, a la queja, a la comida o a los manuales de autoayuda, es posible que, al terminar de leer el libro, a usted se le pele el cable y termine haciendo parte de “La Prosaica”, una famosa secta cuyos cantos y conjuros sin animo de lucro, le están dando la vuelta al mundo.

Pero mejor dejemos hablar a nuestros adeptos, a ver qué piensan del libroLO QUIERO!!!




viernes, 5 de mayo de 2017

La segunda piel





Su presencia –extranjera, autista- se fue haciendo un ruido sordo que bien podría explicar mis acúfenos. Y si no sabe qué es un acúfeno le resumo: un sonido a televisor sin señal que se instala en el oído medio y no deja dormir.

Sigo, nada tengo en contra de los nombres extranjeros, agradezco eso sí que el apellido se le asemeje, que se agarren de la mano, que se besen, que convivan armónicamente. No fue mi caso, un día aciago mis padres tomaron la liviana decisión de bautizarme Yenny Astrid, y no, no eran norteamericanos, tampoco rusos, si acaso ávidos de radionovelas y un poco irresponsables.

¿Para qué se elige un nombre? ¿Para satisfacer a una rama familiar?, ¿Para obtener una reivindicación del propio nombre?, ¿Para suponer un reemplazante de alguien que ya no está?, ¿Para pagar las deudas impagas?, ¿Para seguir una tradición familiar o religiosa? Las determinaciones pueden ser múltiples y las arborizaciones imaginarias también.

“El nombre es una segunda piel que envuelve al niño y le sirve de límite entre su cuerpo y el cuerpo del otro”, hasta ahí todo bien, si mi analista no se equivoca soy una  simple y mortal neurótica, obsesiva eso sí, y con límites delineados hasta donde mi cuerpo y cabeza de mujer lo permiten.


Del por qué escogieron mi nombre:


Lo que dice ella: no hay un claro recuerdo, varia entre una radionovela que pasaban en esa época o una novia que tuvo tu padre, un silencio largo, mira hacia el cielo, no, nada significativo.

Lo que dice él: no dice, está muerto, pero me nombraba como su “gatita”, y me decía Yenny cuando estaba enojado.

Yenny Astrid: ese nombre dado por el otro, desde su universo personal e intransferible, ese nombre con el que nunca pude identificarme, ese nombre que conlleva un sentido, un deseo, un goce, y un puto enigma, ese nombre me lo voy a quitar de encima, y usted querido lector será testigo mudo, -o no, puede dejar comentarios abajo-.

Si del Nombre del Padre hay que servirse, ¿qué implica apropiarse y servirse del nombre propio? Yenny, te escribí con Jota para agarrarte de la mano, te acompañe de Astrid para firmar papeles, cédula, pasaportes, contratos… te acaricié y acepté con diminutivos puestos por otros: yen, yenisita, yenita. Puta madre, que mal que me caes, no hay manera de quererte.

A los que me conocen y seguramente se van a enojar por esta responsable y amorosa decisión les cuento: podrán seguir diciéndome bruja, corazón, amiga, nie, nachisin, hija, señora, tía, femme, querida, hermanita linda, la colombiana, señora escritora, etc.

Prometo de corazón no ser tan irresponsable como Pessoa, que abusó de sus heterónimos, intentando fallidamente tener un nombre propio, allí donde del Nombre del Padre no podía servirse.

Seré Juana: Juana Pineda, nacida en Latinoamérica, la hija, la hermana, la tía, la mujer, la escritora, la amante, la amiga, la enamorada de su vocación, la que es su palabra, la que vive en presente, Juana la próspera, conectada con su intuición.

Esta noche haré un ritual, me serviré de un viejo amigo, que me celebró en pasado y me sigue celebrando en presente. A ti, Javier, te nombro mi sacerdote, te impongo darle muerte a ese viejo nombre que en nada me representa, usa tus poderes de brujo, juega, inventa, conspira, bautízame Juana Pineda y emborráchame que hoy es viernes y la noche es nuestra.


Posdata a mis padres:
A ustedes, Martha, Oscar, todo mi amor y agradecimiento, este acto representa un gran desafío, se que soy el sueño que soñaron. Me separo, muero y renazco, incluyéndolos.


domingo, 7 de junio de 2015

El misterio del libro álbum










UN GRAN MISTERIO
Editorial Pequeño Editor
Autora: Jenny Pineda
Ilustrador: Pablo Elías



Todavía no lo vi en las librerías, sigo agenciando texticos desde el trópico, con la ilusión de que un día libro y autora debuten desde la misma ciudad. 

Esta vez es un libro álbum, un policial donde todos los investigados mienten. El formato me hizo ilusión, no todo el mundo puede entrarle al libro álbum sin cometer excesos. Confieso que borré más de lo que escribía, que convertí en sospechosos a todos los habitantes de la charca, que nunca conocí al ilustrador, que el día que exhibieron el libro en la FILBA me dio un ataque de pánico porque pensé que mi nombre no estaba en el libro…



Días después, el envío con mis ejemplares  llegó a mis manos, destrocé la caja con ilusión, asomé la nariz para retener el olor a tinta nueva, escogí un libro y lo miré durante largos minutos. El misterio seguía intacto, y aunque agentes, editores, ilustradores y diagramadores habían metido mano, Un gran misterio era el librito con el que había soñado un año atrás, alguien había robado el agua de la charca y el gorila seguía obsesionado con encontrar al culpable.

¿Dónde conseguir el libro? Aquí 

viernes, 5 de junio de 2015

Bernabé o parir tu primer libro infantil.


BERNABÉ. Memorias de un amor dislocado.
Sello: Sudamericana | Editorial Penguin Random House
Autora: Jenny Pineda
Ilustradora: Nerina Canzi.


Escribo cortito, para no aburrirlos. Solo la sensación de saber a mi primera novelita publicada, después de tanto pensarla, escribirla, borrarla, editarla, exhibirla, rechazarla, guardarla, olvidarla. 

Bernabé fue escrita en el 2004,  bajo la interminable lluvia bogotana. Un gato cachuzo me espiaba desde afuera de la ventana, era gris (no rojo), se paseaba por las tejas,  tenía cicatrices en el cuerpo y la mirada más triste que jamás vi en un gato.  Así nació Bernabé: “un gato mojado muerto rojo triste tímido libanés intolerante a la lactosa”.

Después de diez años de olvido, y bajo la insistencia amenazante de mi analista, desempolvé al animal: seguía muerto y con ganas de ser publicado. 

Enamoró a varias mujeres - representantes literarias, lectoras, editoras-, ronroneó tan fuerte que se hizo publicar y ahora sus tres mil primeras copias andan dando vueltas en la Argentina, desatando lágrimas, poemas, odios y sonrisas. 

Siempre recibo la misma queja por parte del lector desprevenido: “No puedo creer que mataras al gato, no es justo”, al parecer no se dieron cuenta que venía muerto desde la primera página. No es una historia sencilla, pero les prometo que me divertí y me reí montones escribiéndola, el gato fue feliz, lo juro. Y sigue siendo tan poderoso que ahora me pide que le abra pista para que lo publiquen en su país natal, veremos dijo Borges…


¿Dónde carajos consigue el libro? En las principales librerías argentinas o en formato  digital aquí.

jueves, 4 de junio de 2015

Bernabé y mi primera entrevista.


Entrevista realizada por Plaza de Autores.


"Mi carrera y el amor por el cine influenciaron fuertemente mi estilo narrativo"

La distancia suele disiparse en cada encuentro virtual con Jenny. La risa fácil, la palabra presta, el delicioso acento caribeño, anticipan las bondades de la charla. Autora de Bernabé. Memorias de un amor dislocado, recientemente editado por PRH | Sudamericana y Un gran misterio (pequeño editor), próximo a salir, nos invita a asomarnos a su intimidad creadora. 


¿Cómo entró la literatura en tu vida? 
De la voz de mi madre, alegre-cómplice-gruñona-duende, leyéndonos (tengo dos hermanos, soy la del medio), un lindísimo tomo de la enciclopedia pagada a cuotas: “El mundo de los niños”, de Salvat Editores. Pero después, cuando ya solo quedábamos mi hermano menor y yo, (él de tres años, yo de cuatro), yo alucinaba con esas maravillosas ilustraciones de la enciclopedia, me hacía la que le leía, le inventaba mis primeras mentiras, mis primeras ficciones, él me miraba serio, interesado: había cautivado a mi primer fan.

¿Escribís solo para niños y jóvenes?, ¿por qué para ellos?
Escribo para mí, para niños, para jóvenes, para viejos, por cariño, por encargo. Soy escritora de L.I.J. pero también libretista de televisión, todo lector es bienvenido. 

¿Pensás en algún lector determinado cuando escribís?
Sí, siempre cometo el error de pensar en un lector determinado cuando inicio un proyecto. Investigo, malgasto horas o días en internet elaborando complicadas listas de público objetivo, de lo que rezan los cánones, de lo que debería conquistar el corazón de los editores, de los críticos, del rating. Pero después (gracias a Dios) mi juicio regresa y escribo para mí. Por diversión, para la niña, para la adolescente, la ama de casa que decide la marca de crema a comprar. Si a mí me divierte, si me conmueve, si me enojo, entonces funciona. Después lo suelto (a veces me cuesta un montón soltar) y el universo se encarga de darle rumbo, de encontrar un lector para ese cuento, para esa novela, para ese guión.

Bernabé trata el tema de la muerte con gran naturalidad, también toma lo más poético y lo más prosaico con naturalidad, ¿cómo ves ese juego?, ¿lo trabajaste conscientemente?
En Bernabé muy pocas cosas fueron trabajadas conscientemente. Fue un libre fluir de ideas, de personajes conocidos, de gatos adjetivados. Le di una pequeña estructura que tomó forma en los anuncios del periódico de un barrio ficticio, habitado por personajes variopintos que se apropiaron de temáticas importantes. 
Adjetivos y verbos tenían la misma solemnidad, ser un poeta a punto de morir era tan importante como admitir que comer verduras chinas produce gases. Cuando escribí Bernabé no quería parar hasta llegar al final, mi panza (como la de Bernabé) hacia una bulla increíble, tuve que darle voz en la novela, tan divertida y prosaica como la gata dislocadora. 

Otro rasgo clave en la novela es su musicalidad, su ritmo. Para los lectores argentinos una respuesta rápida podría ser: “es algo inherente de los caribeños”, ¿es así?
Yo vivo en la capital de Colombia, ciudad fría, cielo gris, avenidas inundadas de autos, ¿Era ese el caribe que tenías en mente? 
La música y el ritmo de Bernabé están marcados por su protagonista. Por la métrica de un poeta sin publicar, que busca un nombre que lo reivindique, dislocado por el amor de una gata alucinada por un gallo tapatío. Encuentro-desencuentro, lluvia y tejas de barro.

Un gran misterio, tu nuevo título pronto a salir, ¿aborda alguna temática relacionada con Bernabé?
No. En Bernabé la muerte, el hambre y el amor hacían eco en los avisos del periódico. Un gran misterio es un policial, pero no es cualquier policial, es un libro álbum para niños, donde el lector debe encargarse de develar un misterio, pero esto no va a ser nada fácil pues todos los animales investigados m-i-e-n-t-e-n. 

La actividad profesional que venís desarrollando hace tiempo tiene que ver con la imagen (cine, tv), ¿en qué medida creés que influye en tu modo de escribir? 
Mi carrera y el amor por el cine influenciaron fuertemente mi estilo narrativo, no puedo escribir un cuento o una novela sin pensar en imágenes, es por eso que el formato libro álbum me seduce tanto, es lo más cercano al audiovisual. 
Los capítulos de mis novelas siempre son cortísimos, casi pensados como escenas de un guión o un libreto. Mis personajes, más que dialogar, actúan y sus acciones son poéticas o prosaicas según lo requiera el relato.

¿En qué proyectos estás ahora?
Acabo de escribir una novela para público adolescente. Es un policial, forma parte de una saga y estoy muy contenta con el resultado. 
En el área audiovisual, acabamos de escribir a tres manos una serie de televisión, un thriller que se trasmitirá en Colombia a mediados de este año, aborda una temática interesante y estoy convencida de que dará mucho de qué hablar. 
El próximo mes iniciaré un nuevo proyecto para televisión, es una serie biográfica que escribiré junto a dos reconocidos libretistas.

 ¿Algo más que quieras contarnos?
 Sí, parte de mi corazón se quedó en Argentina, mi compañero de vida es argentino, me lo traje de prestado a Colombia pero tenemos toda la intención de volver. Es posible que mi próximo escrito sea bendecido con vientos bonaerenses. Mis sueños están por esos lares, espérenme. 


Bernabé y su primera reseña literaria.


 A propósito de la publicación de "Bernabé. Memorias de un amor dislocado". Copio, brinco en una pata y pego la reseña que escribieran en Plaza de Autores para mi primera novela infantil.

Bernabé
Memorias de un amor dislocado
Autora: Jenny Pineda
Ilustradora: Nerina Canzi
Sello: Sudamericana | Editorial Penguin Random House

Una invitación tentadora e  ineludible abre este texto: “Imagínese que llueve, cielo gris, frío, uuuy qué frío, hay gotas de las gordas, gotazas, pobres tejas. ¿Se fijó en las tejas, en sus tejas, en los colores de sus tejas? ¿Nooooo? ¿Síííííííí? ¿De qué color las tejas? ¿Y se pasean gatitos como en las mías? Sí, ya sé, que qué pasó con el cuento, que a qué horas vamos a empezar y todo eso… Pasa que en este cuento llueve mucho, y hay gotas gordas y tejas de barro, uno que otro gato y una señora con bigote llamada Georgina…”

Así el pacto con el lector se formula desde la primera línea, la complicidad y lo necesario de su presencia es una convocatoria sostenida, plena de humor y de cercanía. Este específico andar aligera y compromete la lectura a un mismo tiempo. Mucho más si consideramos que a esta historia de amores se le suman el hambre y la muerte desde el principio mismo. Más aún si pensamos que el humor ronda todo el relato. Y un poco más todavía, si a tanta desventura y tanto disloque, le sumamos ingredientes tan opuestos en principio como parecen ser lo prosaico y lo poético.

Bernabé y la siamesa blanca, Natalia y Georgina, Bernabé y Lautaro, Gertrudis y Lucía  y un barrio espejado en una serie de anuncios, Malicia y el gallo tapatío, Bernabé, gato hambriento, poeta y con tristezas de amor: pares de nombres, realidades opuestas, juegos complementarios.
La historia de Bernabé, “gato mojado muerto rojo triste tímido libanés intolerante a la lactosa” desde casi las primeras páginas, es un racconto de película, una retrospectiva de buena literatura, con un desafiante manejo del lenguaje y de las miradas, con amorosos vínculos entre una abuela y su nieta (y viceversa en igual proporción), con disputas humanas, con pertenencias e identidades en juego.

Breve, original, con materia temática fuerte que la autora logra transformar en animada y ágil  literatura. El libro cuenta con las ilustraciones de Nerina Canzi, las que recrean tonalidades y con humor aportan nuevos matices poéticos. El diseño y la edición toda siguen compasadamente el ritmo y la riqueza del texto.

Una historia para chicos (y como todas las buenas historias, también para grandes) que merece habitar un espacio entre las nuevas lecturas.

Plaza de Autores 2014.